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lunes, 27 de junio de 2011

Mensajes y ruedas...




Francamente venir a D.C. no era lo que más soñaba, pero poco a poco he ido descubriendo nuevas facetas de esta ciudad. Aún no me atrevo a llamarla bella, porque no la percibo así, sino más bien, estética, ordenada, limpia y bien diseñada. Pero bueno, les cuento porque me ha ido ganando.

Para empezar, en la mañana antes de ir a trabajar fui al Centro McClaendon, una organización que trabaja con personas que no tienen hogar (homeless) y que tienen problemas mentales o adicciones. La razón por la cual llegué a este lugar fue porque después de dos semanas de trabajo y de mucha "levedad" me di cuenta de que mi estancia aquí tendría poco sentido personal si no dedicaba horas de mi vida a algún tipo de servicio social. Fue por ello que decidí buscar una organización que me permitiera trabajar con personas sin hogar, que aquí en DC es un problema muy evidente. Aún estoy a la espera de una respuesta por parte del director del Centro y espero que sea positiva. Ya les contaré.

Las fotos que comparto abajo son fragmentos de una manta hecha por varias de las personas que han sido atendidas en el Centro. Los mensajes se me hicieron particularmente lindos y sin duda alegraron mi mañana y reforzaron mi interés en trabajar ahí. Bien decía el himno de mi primaria que el que no vive para servir no sirve para vivir. Today, I am thankful for everything they wrote because unintendedly they gave me the necessary joy to view my day as a whole new and beautiful opportunity.










Y bueno, la parte más refrescante del día fue la tarde, cuando gracias a Montse Miramontes tuve mi primer travesía en bici del trabajo a la casa! El paseo fue genial, simplemente genial. Y mientras manejaba rumbo a casa con un clima increíblemente agradable, montones de flores rosas adornando la avenida M, con tacones, pantalón de vestir y una mochila tamaño cahuama, pensaba que mi calidad de vida había aumentado exponencialmente. D.C. es sin duda una de las ciudades más amistosas con los peatones y los ciclistas que conozco y, definitivamente, digna de tomar en cuenta cuando se piensa en medios de transporte alternativos para los ciudadanos.


La primera foto es de la estación Rosslyn, que es la más cercana a mi casa. Como ven, las bicis son casi iguales a las que hay en un par de colonias de la Ciudad de México, la diferencia en D.C. es que la ciudad cuenta con infraestructura que abarca casi la totalidad de la Ciudad y el área metropolitana. Ya les contaré mañana cómo me fue para llegar al trabajo... veremos si es igual de fácil que el regreso...






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