Desafortunadamente, para el medio millón de afectados la situación sigue siendo crítica y la reconstrucción, la recuperación económica, laboral y de los bienes que con tanto trabajo han conseguido y que con el huracán se perdieron tardará un buen trecho más.
No olvidemos que buena parte del estado veracruzano percibe sus ingresos del turismo y que con la llegada de Karl muchas playas lucen ahora desoladas, con palapas y cabañas destruidas, lo que significa no sólo graves pérdidas económicas, sino la necesidad del inicio de un esfuerzo coordinado para resolver el problema y a la brvedad posible.

La versión completa de los artículos del Reforma a los que hago referencia se pueden encontrar aqui.
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