SOBRE EL AUTOR

lunes, 2 de mayo de 2011

XILITLA



EL JARDÍN DE EDWARD JAMES

Este recorrido ha despertado profundamente mis sentidos. Al iniciar el ascenso por las estrechas veredas repletas de escaleras mi corazón latía fuertemente. Me sentía expectante, alerta, incluso, porque no decirlo, algo temerosa. Más de diez telarañas me abrazaron en el camino. Fue realmente emocionante. Varios caminos los dejé inconclusos, muchos de ellos porque me excusaba pensando que los recorrería con alguien más. Comencé a bajar. Mientras lo hacía, la luz aumentaba y mi ritmo cardiaco se normalizaba.

LA ESCALERA DEL VÉRTIGO

Nunca había sentido tanto vértigo como cuando subí esta escalera. Creo que ni siquiera lo había experimentado antes. Fue impresionante. Otra vez mi corazón palpitaba fuertemente. Mientras bajaba, me sentí vivamente en un cuadro de Remedios Varo. Este hombre tenía una visión y supo plasmarla, supo transmitirla; logró hacerme vivir en esos cuadros laberínticos que tantas veces me han maravillado. Puedo imaginarlo perfectamente caminando, imaginando y creando en este selvático lugar. Realmente es un sueño. ¡Ay, cómo quisiera poder nadar en esas pozas llenas de magia!

Nota para Oswaldo, Emiliano, Héctor y Anita: Desde el momento en que comencé el recorrido del jardín pensé en ustedes. Sin duda, este hombre fue un verdadero sibarita.

1 comentario:

entubado dijo...

Sigo soñando con visitar ese lugar.